La "prueba diabólica" es un concepto jurídico que se refiere a la imposibilidad de probar hechos negativos o inexistentes en un proceso judicial.
Exigir a una persona que demuestre lo inexistente puede vulnerar su derecho a la tutela judicial efectiva, generando indefensión. Por ello, la carga de la prueba recae generalmente en quien afirma un hecho, no en quien lo niega.
Un ejemplo de esta situación se da en casos de difamación, donde el demandante acusa al demandado de realizar declaraciones falsas que dañan su reputación. Si el demandante no proporciona pruebas concretas de dichas declaraciones, no puede exigirse al demandado que demuestre la inexistencia de las mismas, ya que probar un hecho negativo resulta prácticamente imposible. En este contexto, obligar al demandado a probar que no realizó las declaraciones difamatorias constituiría una "prueba diabólica".
Es fundamental que los tribunales eviten imponer esta carga probatoria imposible, garantizando así el derecho a una defensa justa y efectiva para todas las partes involucradas.
